El ERTE y el Covid

Los datos dicen que las medidas pactadas han sido muy efectivas a la hora de contener la destrucción de empleo, sobre todo los ERTES, fruto de la reforma laboral de Mariano Rajoy y utilizados por primera vez en España durante la crisis de 2008.
Los ERTE han evitado lo que ha sucedido siempre en anteriores crisis, los despidos masivos y, además, son muy útiles para acompañar el proceso de reactivación de la economía. Es una herramienta utilizada también en otros países como Alemania, Francia o Italia. Alrededor de 42 millones de trabajadores europeos están en un ERTE. Por todo esto no se entiende que el actual gobierno quiera derogar dicha reforma laboral.
Su tramitación ha sido un caos desde el inicio por la vorágine de normativa, casi ilegible y demasiado interpretable. Creando esto bastante incertidumbre y dudas con respecto a su aplicación, tramitación y resolución.
A la vez, se ha demostrado la incapacidad del Estado en las nuevas tecnologías, dado que desde que salía la norma hasta su posible tramitación pasaba demasiado tiempo y, a la vez, se duplicaba el trabajo de los Organismos Públicos, de las empresas y asesores, generando esto retrasos en los pagos, realización de cobros indebidos, colapso de páginas oficiales…
Se ha podido comprobar que, además, de en la Sanidad Pública, el Estado también tiene carencias en muchos otros organismos. Y, por supuesto, que no han estado a la altura de un problema de tal magnitud. No han acelerado los trámites burocráticos, cosa que hubiera sido esencial en los tiempos vividos, sino que, además, los ha engrosado.
En general, y reflexionando sobre lo ocurrido en el área laboral, vemos que se podía haber hecho mucho mejor, con más previsión, más claridad y pensando más en los empresarios. Ahora toca esperar cómo siguen sucediendo los hechos y si se toman nuevas medidas como prorrogar estos ERTES en los sectores más afectados, ya que de nada serviría si ahora no ayudan a quienes más lo necesitan.

 

ANA DE LA PEÑA
Directora Global de Rull&Asociados