La importancia de la norma

Normalmente los juristas y empresarios llevamos asociada a nuestro ‘modus operandi’ la palabra norma, la norma en sí, la regla o contenido estricto por el que nos regimos para cada actuación o comportamiento. Sabemos que toda acción tiene su reacción, todos los actos y acciones tienen sus consecuencias, pero esto no es algo especial o determinante para un sector concreto o una parte de la sociedad. Debemos tener muy presente la norma o el conjunto de normas para todo, la importancia de la norma radica en el conocimiento que debemos tener todos de la misma y que todos los actos llevan asociados una norma y unas reglas concretas que deben cumplirse.

Es fundamental regirse por un orden y una disciplina que de enfoque y proyección a nuestros comportamientos y que contribuya a que todo suceda bajo el paraguas de la buena organización y los buenos comportamientos. Esto ya se ha convertido en un clásico y en un movimiento constante, sin normas es complicado el buen funcionamiento y desarrollo de las cosas. Las normas son necesarias para todo. Las normas deben de estar presentes en todo y, sin duda, cuando no están, los efectos de este vacío provocan situaciones de desorganización, caos y resultados que no son los adecuados.

La norma está en perfecta sintonía con el protocolo, el buen funcionamiento, la disciplina de comportamiento, los buenos actos, y todo ello se conjuga con aplicar el sentido común y el hacer las cosas bien y de forma correcta. De ahí la importancia de la norma y de que cada escenario tenga sus normas establecidas para funcionar y poder aplicarlas. Sin normas y sin tenerlas establecidas es muy complicado el funcionamiento y el dirigir las diferentes situaciones, escenarios y comportamientos, llegando a la situación de inestabilidad y de descontrol absoluto que provoca el no tener un horizonte definido y con unas reglas concretas de actuación y de aplicación.

Ante la situación actual de tanta pérdida de valores y de principios, se acentúa quizás más si cabe la necesidad y la importancia de tener normas para todo y tener que cumplirlas porque, si no, se convierte todo en un caos y en un desorden y se incrementan las situaciones de conflicto y de complicación.

Sumándole a la importancia de la norma el famoso dicho que “las normas están para cumplirlas” y la necesidad de proyectar desde nuestro trabajo y con el ejemplo que deben cumplirse las normas y aplicarlas a cada una de las situaciones que se plantean.

La norma es un principio que se impone o se adopta para dirigir la conducta o la correcta realización de una acción o el correcto desarrollo de una actividad.

Un brindis al fomento de la norma, un canto absoluto al conocimiento de la norma y a su cumplimiento, en todos los escenarios y proyecciones, con el fin de dar ejemplo y ayudar a crear un mundo mejor y una sociedad equilibrada y ordenada a todos los efectos.

 

ANA DE LA PEÑA FERNÁNDEZ-GARNELO
Directora Global Rull y Asociados