La pasión te lleva al impulso… y el impulso te lleva a la ejecución

La mayoría de la gente tiene miedo a atreverse y hacer las cosas. Yo tengo miedo a quedarme con las ganas de hacerlas. Esta es una visión y una mentalidad de riesgo pero que te llena de fuerza absoluta para emprender y ejecutar. Y con esta actitud es más fácil afrontar, asumir dificultades y momentos de riesgo o contratiempos que puedan llegar o plantearse.
El mundo de empresa y el mundo de los profesionales libres es una aventura permanente de acción-reacción y donde no se puede bajar la guardia ni un minuto porque todo depende de nosotros y de las circunstancias de las diferentes situaciones que se plantean, programamos y marcamos los fines y objetivos a conseguir, previo establecimiento de las pautas para conseguir los mismos, pero somos los máximos responsables de mantener todo en equilibrio y de ir dándole solución a todo lo que se va planteando y todo lo que va surgiendo.
Ser empresario y tener mentalidad de empresa y de gestión privada no es tarea fácil, ni tarea diseñada y adaptada para todo el mundo. Es algo que lleva insertada su parte genética en la manera de ser y personal de cada uno, junto con las herramientas necesarias para completar esta forma personal: pasión, disciplina, fuerza, saber arriesgar, mentalidad emprendedora, actividad plena, sin horarios, sin excusas, ejercitando capacidad de liderazgo, mentalidad de equipo, actualización de conceptos, progreso. Todos estos son ingredientes absolutamente necesarios para poder emprender y ejecutar la idea, el proyecto o el desarrollo de una pequeña mediana o gran empresa en funcionamiento. El reciclarse y actualizarse y, sobre todo, ir haciendo aportaciones mensuales en todos los sentidos a la estructura interna son fundamentales para el crecimiento y para la obtención de resultados.
Y, sin duda, y reiterando lo que se me venía a la cabeza esta mañana muy temprano, la pasión. Es un ingrediente máximo y fundamental, una emoción intensa que engloba el entusiasmo y el deseo que tenemos por un objetivo o por el cumplimiento de un fin concreto. Y sin pasión y fuerza es complicado perseguir un sueño y hacerlo realidad. Tener pasión lleva a tener impulso y tener impulso lleva a querer hacer y ejecutar. Y todo con pinceladas intensas de sentido común, que es el mejor de los sentidos para todo.
Si quieres, si puedes y si crees… quieres y puedes. Querer es poder.
Pon pasión en todo lo que haces y cumplirás tus sueños con fuerza, fe y disciplina.

ANA DE LA PEÑA FERNÁNDEZ-GARNELO
Directora Global Rull y Asociados Aseosres Globales de Empresa